Manos enlazadas

¿Qué podemos hacer?

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Los padres


  • El bullying tiene un profundo impacto en la salud emocional y en el rendimiento escolar de un estudiante. Tiene consecuencias a corto y largo plazo para todos los agentes implicados: el que lo lleva a cabo, el que lo padece y los observadores.
  • Si nuestro hijo/a es el que sufre, es el ACOSADO primero se van a notar cambios en su persona: Bajada de ánimo, miedo o terror a ir al colegio o instituto, falta de autoestima, falta de apetito, dolores de cabeza, dolores intestinales, problemas de salud generalizados, depresión, soledad, ansiedad, irritabilidad, insomnio y en casos más críticos se pueden dar autolesiones y pensamientos suicidas. Ante esto lo aconsejable es hablar con ellos, con sinceridad y cariño. También pueden padecer retraimiento, agresividad y sentimientos de rechazo. En ocasiones pueden llegar a negar lo que les está ocurriendo por vergüenza, porque se sientan culpables. Nosotros les tenemos que escuchar, no interrumpir y dejarles claro que estamos al 100% con ellos y que tienen nuestro apoyo incondicional.
  • Decirles claramente que el ACOSO nunca es por su culpa. NADA LO JUSTIFICA.
  • Enseñarles a ser ASERTIVOS aprender a decir NO. Aprender a defenderse desde la fortaleza fïsico/mental personal. Con recursos para enfrentar el miedo y tener autoestima.
  • Dar la alerta en el Colegio e Instituto para que se active el Protocolo de Acoso Escolar. Mostrar nuestra preocupación al respecto y reclamar un trabajo entre toda la Comunidad Educativa, para poder enfrentar y solucionar cuanto antes este problema.
  • Si nuestro hijo es el ACOSADOR. La situación cambia completamente. Es muy difícil reconocer una cosa así para unos padres. Es aconsejable hablar mucho con el hijo, tutor, el centro en general… En muchas ocasiones nos encontramos con estructuras o situaciones problemáticas enquistadas o temporales que han derivado en un comportamiento violento y dañino que reproduce el Acosador/res hacia su víctima o víctimas.
  • Lo primero es aceptar que hay un acoso y pedir perdón. Paralelamente trabajar en gestión de las emociones, casi siempre es una terapia familiar.
  • Los niños y chicos acosadores manifiestan sentimiento de culpabilidad, el arrepentimiento o el rechazo suelen ser las más comunes. El acosador cuando actúa lo hace para sentirse bien y hacer daño sin causa justificada, con el tiempo puede llegar a intercambiarse los papeles y pasar de acosador a acosado. También pueden caer en depresión o por el contrario reforzarse en la posición de sentir la necesidad de causar mal a otras personas de forma permanente, desarrolando patrones de violencia, delincuencia y personalidad antisocial.

Los compañeros y amigos

Si a nivel personal, veo algo que no me gusta y no estoy de acuerdo con ello, sería el momento de dar un paso adelante y aliarme con otros que comparten mi punto de vista. Esta tarea requiere VALENTÍA para decir BASTA a esta situación de acoso escolar. ESTO… NO ES FÁCIL hay que ser SEGURO Y DECIDIDO… PERO ES POSIBLE HACERLO.

  • También es necesario que los compañeros/as informen al adulto de lo que han visto para trabajar todos en grupo y tratar de dar una solución lo antes posible y evitar un sufrimiento mayor. Tiene que quedar claro que eso no es ser CHIVATO. No se debe lealtad ni complicidad a alguien que le está haciendo la vida imposible a otro u otros. Se ha de hablar, contarlo y buscar alianzas.

Esto exige Educar en Valores. Hay que abrir procesos de debate en los centros educativos. Esta asignatura que ya conocemos los padres… pero hay que atreverse a hablar de este tema poco a poco ÉS IMPORTANTE Y NECESARIO que los Centros Educativos tengan proyectos desarrollados, herramientas sobre este problema. Que recordemos está ahí, está latente siempre.

NUNCA DEJAR SOLA Y AISLADA A LA VÍCTIMA porque podría pasar algo grave, en cierto modo es una responsabilidad de toda la comunidad educativa en extensión.

  • Actualmente con las REDES SOCIALES los modelos de violencia de todo tipo son contínuos, incluso podríamos decir excesivos. Hay una sobreexposición constante a temáticas agresivas y violentas.
  • Muchos niños/as y adolescentes se manejan entre mucha incertidumbre, miedos, ansiedad y estres…, en su vida diaria que luego extrapolan a todos los ámbitos de su día a día.
  • Ponerse en contacto con Asociaciones, con algún tipo de Agente externo también puede descargar en parte la presión en el Centro Educativo, cuando hay casos de Bullying o bien de forma preventiva.
  • Los testigos, el resto de compañeros de la clase también se ven afectados psicológicamente. Por un lado tienen miedo a intervenir, por las represalias o consecuencias y por otro pueden mostrar enfado, impotencia o culpa por no haber actuado.
  • La repercusión del Bullying es importante y tiene repercusiones muy notorias. Contribuye a crear un ambiente escolar negativo asociado a un grado mayor de agresividad y de victimización. Se ha comprobado que en ambientes donde el Bullying no es atendido, los estudiantes pueden sentirse vulnerables, lo cual vuelve más difícil física y emocionalmente el aprendizaje. En cambio, un ambiente de seguridad, respeto y apoyo emocional en las escuelas no solo ayuda a disminuir la posibilidad de violencia en las escuelas, sino también tener un impacto en los resultados académicos.

Manos entrelazadas

El CAMBIO de Centro Educativo siempre es una solución si el problema se enquista y ya se han agotado otras vías previas.


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